Santa Maria

Santa Maria: Exótica, Erótica Y Potente

Exótica y erótica, esta versión blanca de la Santa Maria es el resultado de un programa de cría intensivo y experto. Como sugiere la introducción de esta variedad de cannabis, la Santa Maria produce efectos motivantes y excitantes, que realmente pueden darle un toque picante a tu relación de pareja. Por supuesto, para quienes no busquen una experiencia erótica, la euforia inducida les producirá un viaje agradable. Esta cepa ha sido una de las favoritas alrededor del mundo, desde hace ya diecisiete años.

Además de ser muy apreciada en todo el planeta, la Santa Maria hizo historia al resultar ser el eslabón perdido de las cepas autoflorecientes estables que podrían ofrecer buenas cosechas. La primera variedad autofloreciente del mercado fue la Lowryder (Ruderalis mexicana x Northern Lights #2 x Williams Wonder). La Lowryder quedaba lejos de ser perfecta, pero cuando se cruzó con la Santa Maria nació una nueva princesa: la Lowryder 2. Cuando esta nueva creación entró en el mercado, la gente se volvió loca por las variedades autoflorecientes y desde entonces la diversidad de cepas autoflorecientes disponibles se ha disparado.

La Santa Maria tiene una dominancia sativa del 75%, pero ofrece resultados rápidos, floreciendo en 8-9 semanas. La Santa Maria crece de forma intensa en interior y en exterior, incluso en climas moderados. Para producir una planta amplia y robusta se recomienda la poda apical. De lo contrario, podría venirse abajo con el peso de sus densos racimos de flores, con sabores afrutados y florales. En interior, se recomienda una fase vegetativa corta, con 9 plantas por m². Sus cosechas son sorprendentes para una cepa de dominancia sativa, y sus potentes efectos duran y duran.