King Kong

King Kong: cargado de sabores dulces

King Kong es una cepa híbrida de dominancia índica, que produce un subidón potente y alegre. Es el resultado del cruce entre las cepas Ed Rosenthal Super Bud y Chronic. King Kong es apreciada por su gran cantidad de resina y por su crecimiento rápido, cualidades que la hacen muy popular entre los cultivadores que buscan una cosecha rápida de flores, bien olorosas y de calidad.

Ya sea fumando un bong o un porro de King Kong, en poco tiempo notarás un alegre subidón. El colocón es claramente índica, ofreciendo una sensación confortante, relajante y narcótica, definida por sus propiedades calmantes y de reducción del dolor, aunque también ligeramente energéticas.

El subidón también incluye algunos aspectos de sativa, que crean un impresionante colocón cerebral de naturaleza relajante, y que pueden actuar suavemente como afrodisíacos o activadores. Los efectos terapéutico potenciales de esta variedad incluyen alivio del dolor, estrés, espasmos musculares y dolores de cabeza.

King Kong no se queda atrás cuando se trata de alardear de sabores y olores, definidas por haze, limón, skunk, especias y hierbas. Cuando pruebes un bong de King Kong, prepárate para una bocanada de sabor de tierra y flores, con un toque cítrico. Fumar un porro será como encender incienso, llenando el ambiente de un delicioso aroma a fruta y hachís.

Cultivar esta variedad es muy agradable y se recompensa con un rápido tiempo de floración de entre 7 y 8 semanas. King Kong crece muy bien tanto en interior como en exterior, pero en exterior la cosecha será mayor, pudiendo llegar hasta un kilo de excelentes cogollos. Cultivando esta variedad al aire libre, en tierra de buena calidad y bajo un sol fuerte y consistente, prepárate para cosechar sus flores a finales de septiembre o principios de octubre.