Gorilla Autofloreciente

Gorilla Autofloreciente: eufórica y fácil de cultivar

Siempre es una sorpresa agradable encontrarse con una variedad que tenga dos cualidades ejemplares: pocos cuidados y un subidón agradable. Y si optas por la Gorilla Autofloreciente, obtendrás lo mejor de estas dos características. Gracias al cruce entre la aclamada OG Kush Auto y la potente Gorilla, los amantes de la marihuana pueden experimentar la poderosa Gorilla Autofloreciente. Sus niveles de THC han alcanzado un máximo del 22%, pero normalmente rondan el 19%.

Aromas, sabores y efectos de la Gorilla Autofloreciente: aromas a diésel y efecto eufórico

Como era de esperar del linaje Gorilla, esta planta también tiene un notable aroma a carburante. Y este tipo de aroma, en una variedad de marihuana, suele significar una gran potencia y un gusto delicioso, al igual que las otras versiones Gorilla. Tras unas pocas caladas de la Gorilla Autofloreciente, inmediatamente sentirás un efecto eufórico que envuelve todo tu cuerpo. Esto suele ir seguido de un subidón relajante que te gustaría que durara para siempre. Esta versión autofloreciente de la Gorilla es menos potente que sus variedades ascendientes, pero igualmente impactante para principiantes.

Cultivar Gorilla Autofloreciente: apta para cualquier entorno

Hemos mencionado que la Gorilla Autofloreciente es fácil de cultivar. Por un lado, prospera en cualquier condición climática, incluso en los climas más duros y variables. Lo único que necesita es un máximo de 11 semanas a base de cuidados básicos y sus cogollos resinosos de color verde lima empezarán a florecer. Dada su forma de arbusto, la Gorilla Autofloreciente puede necesitar más espacio que una autofloreciente típica. Si optas por cultivarla en interior, prepárate para cosechas de alrededor de 450g/m². Pero si prefieres el cultivo en exterior, las cosechas pueden llegar a los 200g por planta.