Frosted Guava

Frosted Guava: una auténtica fábrica de resina

La Frosted Guava es una gran variedad de marihuana con mucho que ofrecer. Su punto fuerte es la producción de resina heredada de sus cepas ascendientes, Guava y Frosted Skywalker. Este cruce dio lugar a plantas compactas que se adaptan perfectamente a cultivos de interior y que conquistan con una compleja y exótica mezcla de aromas. La Frosted Guava también es una buena opción para principiantes, ya que no es difícil de cultivar y responde muy bien al entrenamiento. Esta variedad tiene un 22% de THC, y su perfil genético está bastante equilibrado, con una ligera dominancia índica.

Aromas, sabores y efectos de la Frosted Guava: una bomba de relajación afrutada

La Frosted Guava produce ricos aromas de macedonia dulce y ácida con toques de carburante. La combinación de guayaba, melón y cítricos funciona sorprendentemente bien con los matices penetrantes del combustible, y es bastante interesante en el paladar. Los efectos de la Frosted Guava se apoderan rápidamente de mente y cuerpo, afectando a ambos niveles en la misma medida. Es una experiencia cerebral edificante que combina un subidón mental con un colocón físico, proporcionando una sensación profundamente relajante, tranquila y feliz.

Cultivar Frosted Guava: plantas pequeñas y fáciles

La Frosted Guava es el sueño de cualquier cultivador de interior, ya que alcanza alturas modestas de 90-100cm. Las plantas desarrollan una estructura ancha y de arbusto, siendo aconsejable aplicar técnicas de entrenamiento como super cropping y lollipopping para ayudar a que la luz penetre en las partes inferiores de la planta donde nacen los cogollos. En interior, las plantas crecen bien en macetas de 18-20 litros, tardan unos 70 días en completar la floración y pueden producir hasta 400-450g/m² en condiciones ideales. Si se cultiva bajo el sol, donde la Frosted Guava puede crecer más, se recomiendan macetas de 45-50 litros, y la cifra estimada para las cosechas puede alcanzar los 500g por planta.