Durban Dew

Durban Dew: la compañera diurna perfecta

Su nombre nos da una pista de su impecable genética sativa. Un cruce de la estimulante Durban Posion y la eufórica Frisian Dew, la Durban Dew es una de las variedades favoritas de los fumetas diurnos. Con un nivel de THC de entre un 15 y un 20%, es aconsejable consumirla con precaución. Pero al mismo tiempo, no tendrás que preocuparte por si te colocas demasiado, ya que esta hierba es famosa por producir el efecto contrario. La Durban Dew es una delicia tanto para fumadores como para cultivadores, y a medida que sigas leyendo, entenderás por qué.

Aromas, sabores y efectos de la Durban Dew: especiada, afrutada y con un efecto motivador

La Durban Dew te recibirá con un agradable aroma dulce. Tras lo cual disfrutarás de un sabor afrutado y rico que permanece en el paladar. Quienes ya la han probado, están encantados con su humo suave con toques azucarados. Y como ya hemos dicho, la Durban Dew es la compañera ideal para fumar por el día. Después de esas primeras caladas, sentirás de inmediato una oleada de euforia que envolverá todo tu cuerpo; y que suele estar seguida de una sensación de lucidez que permite llevar a cabo proyectos creativos. Si escribes, compones música o te gusta construir cosas desde cero, deja que la Durban Dew te acompañe durante todo el proceso.

Cultivar Durban Dew: un placer para cualquier cultivador

La Durban Dew es una de las mejores opciones para los cultivadores gracias a su facilidad de cultivo. Es conocida por ser una planta robusta, capaz de tolerar cualquier entorno de cultivo. Tanto si acabas de empezar a cultivar como si ya tienes experiencia, se adaptará a tus métodos (o ausencia de ellos). Aunque prefiere los climas cálidos, la Durban Dew se desarrolla sin problemas tanto en interior como al aire libre. En el primer caso, puede producir hasta 550g/m²; y en el segundo, hasta 1kg por planta. Y todo eso en tan solo 8-9 semanas de floración.