La importancia de los microbios del suelo para las plantas de marihuana


La importancia de los microbios del suelo para las plantas de marihuana
Luke Sumpter

Muchos cultivadores de marihuana se centran tanto en sus plantas que suelen obviar la propia tierra que tienen bajo sus pies. Lejos de ser materia marrón inerte, un suelo vivo alberga miles de millones de microbios, muchos de ellos beneficiosos para la salud y la productividad del cannabis. Descubre cómo aprovecharlos para mejorar tus cosechas.

A simple vista, las plantas de cannabis parecen organismos autónomos y aislados. Cuando paseas por tu jardín o abres la cremallera de tu armario de cultivo, puedes distinguir claramente tus plantas de cannabis de otros seres y objetos inanimados. A pesar de lo que te digan tus ojos, cada una de tus plantas está repleta de organismos microscópicos que desempeñan un papel fundamental en su salud y desarrollo, desde las raíces hasta los cogollos.

Más que formas de vida aisladas, las plantas de marihuana son un conjunto de organismos y genomas que viven en una dinámica simbiótica conocida como holobionte. Al igual que nuestras bacterias intestinales influyen significativamente en nuestra salud y bienestar, las plantas de cannabis también poseen su propio microbioma que puede fomentar su vitalidad o predisponerlas a la enfermedad.

Las diminutas criaturas que componen los microbiomas, como bacterias, hongos y otras formas de vida, ayudan a las plantas de cannabis en casi todos los aspectos de su fisiología, como la resistencia a las plagas y la acumulación de nutrientes. No hace mucho, los agrónomos pensaban que las plantas se limitaban a obtener nutrientes mediante el intercambio de cationes en el terreno. Esto llevó a rociar los medios de cultivo con fertilizantes sintéticos salinos, sin preocuparse por el complejo funcionamiento de la rizosfera (la franja de suelo que rodea directamente la zona radicular).

Resulta que el suelo alberga una enorme variedad de microbios, y los métodos convencionales de agricultura perjudican a estos organismos beneficiosos, mientras que las llamadas prácticas de “suelo vivo” (living soil) les ayudan a prosperar. A su vez, las plantas rinden más y el suelo se vuelve más fértil y vivo con cada ciclo de cultivo.

Sigue leyendo para comprender mejor el papel crucial de los microbios en el cultivo de hierba. A continuación, conocerás las principales clases de organismos que mantienen en marcha los procesos de la rizosfera. Por último, descubrirás técnicas para fomentar la vida en tu cultivo y mantener tus plantas sanas y tus cosechas abundantes.

¿Qué son los microbios del suelo?

La importancia de los microbios del suelo para las plantas de marihuana

Los microbios del suelo, también conocidos como microorganismos del suelo, son criaturas microscópicas que viven en el terreno. Junto con criaturas más grandes, como artrópodos y gusanos, constituyen una parte importante de la red trófica del suelo, la serie de cadenas tróficas que alimentan la descomposición y el ciclo de los nutrientes en el suelo. Para que te hagas una idea de la abundancia de microbios en la zona de las raíces, en una cucharadita de suelo hay alrededor de 1000 millones de células microscópicas distintas, pertenecientes a unas 10.000 especies diferentes.

Cada clase de microbios desempeña un papel único dentro de este sistema, y cada uno presenta sus propios medios de reproducción. Por ejemplo, muchas especies de bacterias del suelo se reproducen por fisión binaria, un proceso asexual en el que cada célula se divide en dos. En cambio, los hongos del suelo se reproducen liberando esporas producidas por procesos mitóticos tanto sexuales como asexuales, y muchos nematodos se reproducen autofecundándose.

En esencia, se puede considerar la red trófica del suelo y los microbios que la componen como un centro de reciclaje gigante. Este gran sistema de vida trabaja para devolver al suelo lo que este le ha dado. Tras completar su ciclo vital, tanto los animales como las plantas son desmenuzados y sus componentes pasan por una enorme cadena de organismos antes de convertirse de nuevo en humus (el resultado final de la descomposición). Este proceso garantiza que los nutrientes cruciales, como el nitrógeno, circulen constantemente por el suelo. Se crea así un sistema de circuito cerrado que consigue mantener prósperos durante miles de años gigantescos bosques centenarios, sin ninguna intervención ni gestión humana.

Aprovechar el concepto de suelo vivo significa que los cultivadores pueden aplicar esta lógica a sus bancales y macetas. En lugar de echar fertilizantes sintéticos, labrar en exceso o incluso tirar la tierra usada de las macetas, las técnicas de suelo vivo crean un ecosistema dinámico de fertilidad que mejora y se hace más complejo con el paso del tiempo.

Por qué los microbios del suelo son importantes para las plantas de marihuana

La importancia de los microbios del suelo para las plantas de marihuana

Gracias a la investigación científica, el ser humano ha alcanzado un asombroso conocimiento del mundo natural. Sin embargo, algunas cosas siguen estando fuera de nuestro alcance intelectual, como los rincones más lejanos del espacio, las profundidades del océano y el suelo bajo nuestros pies. Los investigadores están logrando grandes avances en la ciencia en torno al suelo, pero aún se desconocen un gran número de microbios y sus funciones.

Dicho esto, actualmente conocemos muchas clases de microbios del suelo y sus funciones en la rizosfera. Los edafólogos ya saben cómo afectan al crecimiento de las plantas y también están desarrollando formas de cultivarlos y aplicarlos en los sistemas agrícolas. A continuación, descubrirás los microbios más importantes que son buenos para las plantas de cannabis. Luego profundizaremos en formas útiles de fomentar su crecimiento y cómo aplicarlos a tu suelo y tus plantas.

Bacterias

Como unos de los microbios del suelo más abundantes, las bacterias desempeñan un papel fundamental en la rizosfera al descomponer la materia orgánica y ciclar los nutrientes. Muchos cultivadores de marihuana aplican rizobacterias a sus plantas como agentes promotores del crecimiento vegetal que producen hormonas de crecimiento y aumentan la biodisponibilidad de nutrientes clave. Ciertas especies de bacterias también sirven como alimento que ayuda a las plantas a mantenerse nutridas y sanas. En esencia, las plantas cultivan bacterias alimentándolas con el azúcar que crean durante la fotosíntesis. En la zona radicular, absorben células bacterianas enteras y extraen su nitrógeno durante el ciclo de la rizofagia. En la copa, las plantas también cultivan bacterias fijadoras de nitrógeno en las células de sus tricomas, e incluso las protegen de la oxidación mediante cannabinoides y terpenos antioxidantes.

Actinomicetos

Los actinomicetos son un tipo de bacterias grampositivas que pertenecen al filo Actinobacteria. Forman largos filamentos celulares con aspecto de telaraña. En lo que respecta a la descomposición, realizan una gran parte del trabajo duro liberando potentes enzimas capaces de descomponer compuestos leñosos resistentes como la lignina. Las investigaciones son muy prometedoras en lo que respecta a la solubilización de nutrientes clave y la producción de fitohormonas. Los actinomicetos también producen compuestos antibióticos que pueden combatir los microbios patógenos.

Hongos

Aunque pasado por alto en el pasado, el recién nombrado reino fungi desempeña un papel fundamental en el equilibrio de los ecosistemas. Las especies fúngicas descomponen compuestos leñosos, ciclan los nutrientes del suelo e incluso trabajan mano a mano con las plantas para ayudarlas en su desarrollo. Los hongos micorrícicos son unos de los organismos más importantes a la hora de cultivar cannabis. Fusionan sus filamentos de micelio a las raíces para formar una relación simbiótica con las plantas; extraen y suministran nutrientes clave como el fósforo y reciben a cambio azúcares fotosintéticos, aminoácidos y otros compuestos. Estos organismos también pueden ayudar a neutralizar ciertas enfermedades y proteger contra los nematodos parásitos de las plantas.

Algas

Las algas suelen vincularse a los ecosistemas marinos, pero también existen en el suelo, donde desempeñan importantes funciones. Como organismos fotótrofos, crean energía convirtiendo la luz solar en compuestos de hidratos de carbono, al igual que las plantas. Las algas también influyen directamente en el crecimiento de las plantas actuando como bioestimulantes. Se sabe, por ejemplo, que las algas de la especie Chlorella trasladan células bacterianas a las raíces de las plantas, que sirven como fuente de nitrógeno y ayudan a estimular la formación de pelos radiculares.

Protozoos

Los protozoos son animales microscópicos que también desempeñan un papel crucial en el ciclo de los nutrientes en suelos sanos. Los distintos tipos de protozoos se alimentan de una gran variedad de presas y fuentes de alimento, como otros protozoos, bacterias y materia orgánica. Hay tres grandes grupos de protozoos, cada uno con una forma diferente y, por tanto, con una función distinta en la red trófica del suelo. Estas categorías son:

  • Cilióforos o ciliados: estos tipos de protozoos son los más grandes. Consiguen desplazarse por el suelo gracias a la estructura ciliada de su exterior. Se alimentan de los otros dos grupos de protozoos y de células bacterianas.
  • Amebas: este tipo de protozoos gelatinosos son casi metamorfos. Transforman partes de su cuerpo viscoso en un “pseudópodo” para desplazarse y encontrar presas.
  • Flagelados: son los protozoos más pequeños. Poseen una cola en forma de látigo que los impulsa por el suelo.

Nematodos

Los nematodos son criaturas microscópicas parecidas a gusanos que suelen medir 1mm de longitud. Se encargan de transportar microbios a través del suelo que viajan en su cuerpo y también de ciclar los nutrientes alimentándose de otros organismos. Algunos son beneficiosos para el crecimiento de las plantas, mientras que otros causan daños sustanciales en sus sistemas radiculares. Los principales tipos de nematodos son:

  • Bacteriófagos: estos nematodos recorren el suelo en busca de bacterias. Tras alimentarse, liberan el exceso de nitrógeno al suelo, para que las plantas lo puedan absorber y utilizar.
  • Fungívaros: estos nematodos se alimentan de hilos de hongos, conocidos como hifas, que se encuentran en la rizosfera y más allá. Poseen piezas bucales especiales en forma de lanza para penetrar en las células fúngicas y succionar su contenido.
  • Depredadores: como su nombre indica, estos nematodos se alimentan de otros nematodos para obtener sus nutrientes. A veces son utilizados como biocontrol por los cultivadores de cannabis para tratar las infestaciones de nematodos parásitos de las plantas.
  • Parásitos de las plantas: estos nematodos son una mala noticia en un cultivo de cannabis. Se introducen en las raíces y se pegan un festín con el tejido que contienen. Las grandes infestaciones pueden causar daños considerables, atrofiar el crecimiento y reducir las cosechas.

¿Qué microbios son malos para las plantas de cannabis?

No todos los microbios son beneficiosos para las plantas de cannabis. Muchas especies de bacterias, hongos y virus pueden causar enfermedades en las plantas. Estas infecciones pueden ser de distinta gravedad, desde una pequeña reducción en la producción y el vigor, hasta la muerte rápida de una planta por completo. Descubre a continuación algunos de los culpables más comunes:

  • Oídio (hongos): esta enfermedad se manifiesta en forma de polvo blanco en las hojas, tallos y cogollos de los abanicos de cannabis. Está causada por varias especies de hongos que crecen como una red superficial en la superficie de la planta. Además de alimentarse de las células de la planta huésped, la gruesa capa de moho puede impedir la entrada de luz y reducir la fotosíntesis.
  • Fusarium (hongos): este grupo de hongos patógenos puede causar graves daños a las plantas de cannabis. Atacan las raíces y el sistema vascular de las plantas, el aparato interno responsable del transporte de agua y nutrientes. Las plantas más afectadas pierden su capacidad de nutrirse y empiezan a marchitarse y morir. Los principales síntomas de esta enfermedad son el marchitamiento, el amarilleamiento y el color marrón en las hojas y los tallos.
  • Viroide latente del lúpulo: como molécula infecciosa de ARN, este escurridizo patógeno altera la expresión genética de la planta, impidiendo su crecimiento y desarrollo normales. Los síntomas pueden variar desde hojas rizadas y cogollos deformes hasta la pérdida total de la cosecha.
  • Virus del mosaico del tabaco: este virus provoca un patrón de mosaico de zonas verdes claras y oscuras en la superficie de las hojas y también hace que el follaje se encrespe. También altera la función de la clorofila, lo que reduce la fotosíntesis y provoca una reducción del vigor y la productividad de la planta.

Cómo conseguir microbios beneficiosos en tu jardín de cannabis

¿qué microbios son malos para las plantas de cannabis?

Afortunadamente, las plantas de cannabis con un microbioma sano y diverso son menos propensas a contraer patógenos y plagas. Más vida significa más competencia, lo que da a los patógenos menos espacio para establecerse. Pero, ¿cómo pueden los cultivadores de cannabis mejorar la biología de su suelo para conseguir mejores cosechas y mantener la salud de sus cultivos? Echa un vistazo a algunas de las estrategias más eficaces para llenar tu suelo de bichos microscópicos beneficiosos.

Compost

El compost es esencialmente el alma de cualquier huerto ecológico. Esta sustancia es el resultado final de la descomposición y tiene un aspecto desmenuzable y marrón oscuro cuando se elabora correctamente. El compost ofrece a los cultivadores toda una serie de ventajas: mejora la estructura del suelo, la capacidad de retención de agua y el drenaje. Además, actúa como probiótico y prebiótico para los parterres y las macetas. Al contener tantos microbios, inocula los medios de cultivo. La materia orgánica y los microbios del compost también alimentan la biología ya presente en el suelo.

Hay muchas formas diferentes de crear compost, desde el rápido compostaje en caliente hasta el más lento compostaje en frío. Métodos como el bokashi también utilizan la descomposición anaeróbica y pueden transformar elementos que no pueden depositarse en una pila de compost convencional, como la carne y el pescado.

Té de compost

El té de compost se prepara con un puñado de compost, se multiplican rápidamente los microbios de la muestra y se aplican a las plantas. El proceso consiste en colocar una bolsa de malla de compost en un cubo de agua aireada con una bomba. La adición de una fuente de nutrientes, como melaza o emulsión de pescado, permite que los microbios se multipliquen rápidamente en 24 horas. Luego los cultivadores diluyen la infusión y la aplican en el suelo o como pulverización foliar para combatir enfermedades.

Siembra directa o labranza cero

El laboreo daña la biología del suelo. Destroza las lombrices, rompe las redes fúngicas y fragmenta los agregados estabilizadores del suelo. La agricultura convencional utiliza en gran medida la labranza para producir los cultivos que consumimos. Las investigaciones demuestran que esta práctica, al afectar a la vida del suelo, ha provocado una drástica disminución de la densidad de nutrientes. La misma lógica se aplica a la marihuana. Destruir los microbios mediante la labranza debilita el microbioma, reduce el vigor de las plantas y aumenta la susceptibilidad a las enfermedades.

Evitar el laboreo no solo preserva la vida del suelo, sino que ahorra a los cultivadores mucho trabajo físico. En lugar de arar para añadir abono al principio de cada temporada, basta con añadir una fina capa en la parte superior de los parterres al principio de cada temporada y dejar que la biología haga el resto.

Evitar los pesticidas

Los pesticidas tienen un efecto perjudicial en la vida del suelo del jardín, así como en el medioambiente en general. No solo matan directamente las bacterias y otros microbios útiles, sino que también dañan a los insectos beneficiosos que también contribuyen al ciclo del suelo y a la erradicación de plagas. Plantéate la posibilidad de utilizar estrategias como los policultivos, los cultivos asociados y los biocontroles, como el Bacillus thuringiensis, para prevenir y controlar las plagas.

Evitar los fertilizantes sintéticos

Las aplicaciones de fertilizantes sintéticos hacen maravillas para el crecimiento exuberante de las plantas, pero esta ventaja a corto plazo tiene un coste a largo plazo. Estas sales iónicas matan muchos microbios beneficiosos e incluso dañan a las lombrices. Funcionan bien como solución rápida en caso de deficiencias, pero dañan la fertilidad del suelo con el tiempo. Evítalos y, en su lugar, aumenta la fertilidad en cada temporada de cultivo aplicando materia orgánica, compost, estiércol y mantillo.

Productos comerciales

Además del compost y el té de compost, existe una gama de productos comerciales que pueden aumentar rápidamente la población microbiana del suelo. Entre ellos se incluyen hongos micorrícicos en polvo, tricodermas y nematodos. Ayudan a reforzar la biología de tu huerto durante los dos primeros años.

Por qué deberías apostar por un suelo vivo para tu cultivo de marihuana

Productos comerciales

En última instancia, el objetivo de cultivar utilizando prácticas de suelo vivo creará plantas sanas que sufrirán menos plagas, enfermedades y deficiencias. También te liberarás de la dependencia de fertilizantes envasados, pesticidas y otras enmiendas innecesarias. El simple hecho de dar vida a tu suelo renunciando a la labranza, añadiendo compost y mantillo, y administrando dosis rutinarias de té de compost, te permitirá aumentar la salud y la productividad de tu plantación de cannabis año tras año. ¿El resultado final? Un proceso de cultivo más ágil y mejores cosechas.

Luke Sumpter
Luke Sumpter

Luke ha trabajado como periodista del cannabis e investigador de las ciencias de la salud durante los últimos siete años. Durante este tiempo ha desarrollado conocimientos muy avanzados del sistema endocannabinoide, la fitoquímica de la marihuana y las técnicas de cultivo.