Cómo estabilizar tus propias semillas de marihuana


Cómo estabilizar tus propias semillas de marihuana
Adam Parsons

Si quieres desarrollar tus propias variedades de marihuana, tendrás que aprender a estabilizar las semillas. Estabilizar una cepa significa volverla homogénea, de manera que todas las semillas de esa variedad produzcan una descendencia uniforme y fiel a la genética de la cepa.

Si quieres desarrollar tus propias variedades de marihuana, tendrás que aprender a estabilizar las semillas. Estabilizar una cepa significa volverla homogénea, de manera que todas sus semillas produzcan una descendencia uniforme con un fenotipo dominante. Las variedades puras son estables: la semilla de una planta crecerá del mismo modo que otra semilla de otra planta de la misma variedad.

En los cultivos suficientemente grandes, la estabilización se produce de forma natural con el tiempo. El clima, la duración del día, la altitud y la calidad del suelo contribuyen a la composición genética del cannabis.

Pasado cierto tiempo, las cepas se vuelven homogéneas y cada semilla producirá la misma genética. Por este motivo las variedades puras se usan con frecuencia para crear híbridos, ya que tienen rasgos conocidos que pueden transmitirse a las nuevas cepas.

Cómo estabilizar tus propias semillas de marihuana

Estabilizar tu propio cultivo de interior en casa puede ser algo más complicado, por una serie de factores. Un número limitado de plantas genera una producción limitada de semillas. Esto suele significar que las pocas semillas producidas no representan la totalidad de la nueva diversificación genética.

Podría darse el caso de que en un cultivo solo se expresen fenotipos no deseados. También es posible que algunos fenotipos de buena apariencia muestren rasgos indeseados en la próxima generación.

La cantidad de cepas desarrolladas a partir de una variedad en particular también puede afectar a la estabilización. Si se realizan cruces con una planta que cuenta con muchas hibridaciones en su árbol genealógico, aumentan las posibilidades de que afloren los rasgos de alguno de sus ascendientes.

Las plantas desarrolladas a partir de unas pocas variedades estabilizadas producirán una descendencia más uniforme. Esto puede simplificar enormemente el proceso de estabilización.

VARIABILIDAD Y PREVISIBILIDAD

La variabilidad y la previsibilidad son las variaciones de los fenotipos y el ratio de distribución esperado de los diferentes fenotipos. Según los principios básicos de la genética, la cría a partir de unos ascendientes estables normalmente producirá unos resultados predecibles.

Los descendientes de un mismo lote de semillas estarán distribuidos de forma relativamente equitativa. El 25% expresará unos rasgos más parecidos al padre, el 25% expresará unos rasgos más parecidos a la madre, y el 50% combinará los rasgos de ambos.

Pero ten en cuenta que estos porcentajes se aplican al conjunto de semillas producidas. Si seleccionas cuatro semillas al azar, no producirán necesariamente las variaciones previstas: podrían pertenecer las cuatro al mismo fenotipo. Por este motivo, reproducir variedades a pequeña escala a partir de una pequeña selección de semillas podría no producir las variaciones esperadas. Para poder observar las variaciones previstas en los fenotipos, es necesario sembrar una cantidad de semillas mucho mayor.

MANEJANDO LA NUEVA VARIEDAD

Manejando la nueva variedad

Sin estudios genéticos que ofrezcan información precisa sobre las características de una planta, la experiencia juega un papel importante. Los cultivadores dependen de la apariencia, el patrón de crecimiento, la forma de las hojas, el color y la potencia para seleccionar las nuevas cepas más deseables.

A partir de un mismo lote de semillas, seleccionan un número de plantas para la cría que tienen características similares. Entonces estas plantas se cruzan entre sí y las plantas que se parezcan a la variedad deseada se vuelven a cruzar.

Cruzar cuatro machos y hembras selectos puede producir unas 10.000 combinaciones diferentes del híbrido buscado. Estas variaciones pueden ser muy sutiles y solo un ojo experto es capaz de distinguir las buenas de las malas.

ESTABILIDAD Y RETROCRUCES

Desarrollar una variedad estable puede llevar varias generaciones. La homocigosis, o la cría a partir de la misma cepa, genera menos variaciones. Cruzar hermanos y hermanas procedentes de unos ascendientes relativamente estables produce unos resultados más previsibles.

Los rasgos dominantes más deseables se pueden aislar y los indeseables se pueden eliminar gradualmente. Los padres/madres inestables podrían producir descendientes heterocigotos. Existe el riesgo de que aumenten las variaciones y podrían aflorar rasgos indeseados e impredecibles.

Muchos criadores realizan un retrocruce, es decir, cruzan la descendencia con uno de los ascendientes originales. Esto no es necesario para obtener plantas estables, ya que la cría selecta logrará la estabilidad con el tiempo. Sin embargo, los retrocruces pueden acelerar el proceso de estabilización y reforzar los rasgos dominantes preferidos.

INESTABILIDAD

Inestabilidad

Los altibajos de la genética de las plantas se pueden observar al pasar por cualquier campo de cultivo moderno. Por ejemplo, los campos de cereales fuertemente hibridados y autocruzados suelen ser uniformes.

Pero siempre hay algunos individuos que destacan entre la multitud. Siempre hay una planta de maíz, trigo o sorgo con un tallo demasiado alto y que tarda más en madurar que sus compañeras de cultivo. También puede haber una planta atípica que muestre variaciones inesperadas. Estas plantas expresan genes recesivos y son reminiscencias de algún ascendiente de la cepa, o intentos de la planta de expresar una variación de la combinación genética.

Con la marihuana pasa lo mismo. Un lote de semillas híbridas estables puede producir una planta que se parezca a uno de sus abuelos, o a la cepa pura original, del mismo modo que las personas pelirrojas puede aparecer ocasionalmente en familias que tengan pocos pelirrojos en su árbol genético. Esto es algo excepcional y puede ser un inconveniente o una oportunidad.

Por ejemplo, una genética estable como la Skunk #1 produjo espontáneamente la variedad Cheese, sin la participación del cultivador. La semilla en particular recombinó el ADN de forma novedosa, produciendo una variación fenotípica inesperada.

Así que no te preocupes si en tu cultivo surgen algunas variaciones radicales. ¡Podrías tener entre manos una nueva gran cepa!

RIESGO DE DEPRESIÓN POR CONSANGUINIDAD

La cría por homocigosis durante unas generaciones puede refinar espléndidamente una nueva variedad. Pero tiene sus riesgos. Como sucede con los animales, si las plantas se autocruzan demasiado se puede producir una depresión genética. Esta falta de diversidad genética puede ser perjudicial para la salud y sostenibilidad general de la cepa.

Es más probable que la descendencia herede los alelos indeseados que podrían afectar negativamente a la variedad, cuando tanto el padre como la madre son portadores. Cuando ambos ascendientes transmiten las características indeseadas, los rasgos que hasta entonces eran recesivos se vuelven dominantes, por lo que se transmitirán a la futura descendencia.

La exogamia (o el proceso de cría usando un número más elevado de individuos de la cepa a reproducir) puede solucionar estos atributos regresivos. Cuando se realiza un cruce con pocos individuos, la depresión por consanguinidad puede producirse con mayor rapidez

La solución sería introducir un padre nuevo en el banco de genes para reforzar la variedad mediante el aumento de la diversidad genética. En unas generaciones, la depresión tendría que haberse superado y las plantas deberían recuperar su vigor genético.

¡CREA TU PROPIA CEPA!

Desarrollar tus propias variedades de marihuana puede ser muy divertido. A través de la cría selectiva se han creado algunas cepas realmente espectaculares. Tanto si usas variedades puras o clásicos modernos como cepas madre, con paciencia y buena mano para el cannabis ¡puedes crear una variedad de marihuana nunca vista!

Adam Parsons
Adam Parsons

Como periodista, autor y redactor profesional del cannabis, Adam lleva mucho tiempo escribiendo sobre todo lo relacionado con la marihuana, desde su psicoactividad hasta el CBD. En un mercado en constante cambio, Adam utiliza su licenciatura (con honores) en Periodismo Multimedia para mantenerse al día de las investigaciones más recientes y aportar información valiosa a todos sus proyectos.